
Nace en Río Piedras, Puerto Rico el 30 de julio de 1963, hijo de Don Juan Rodríguez García y Doña Aurora Arroyo Rodríguez, hermano de nueve (9) siendo él, el último convirtiéndose en el décimo (10mo) hijo del matrimonio. Vive su infancia en el Pueblo de Corozal, PR cursando los grados elementales en la Escuela Segunda Unidad Nicolás Rodríguez García, terminando así su 6to. grado de escuela elemental. A los 12 años Ramón pierde a su padre, convirtiéndose así, luego de esta situación en desertor escolar. De aquí en adelante su vida comienza a tener cambios, los cuales a través de amistades y de los males sociales que azotan a la sociedad, conoce el oscuro y negativo mundo de las drogas.
Como consecuencia, esto lo llevó a violar las normas de la sociedad y a comenzar a enfrentar problemas, tanto legales como sociales, que lo llevaron así a una institución juvenil penal a los 16 años. Es allí entonces donde se enfrenta con las grandes realidades de la vida y comienza a darse cuenta del tiempo que se estaba perdiendo y comienza a recibir orientación de sus socio-penales y se convence de sus problemas de conducta y del problema del uso y abuso de sustancias. Es ahí que toma la decisión, un 28 de febrero de 1977, de ingresar en un Hogar de tratamiento, Hogar CREA del distrito de Bayamón, Puerto Rico. Ahí comienza a realizarse como hombre nuevo, trabajando arduamente con sus problemas y logró superar aquellas etapas negativas de la vida.
A través de todo ese tiempo de experiencia y pericias en cuanto a las adicciones y otros problemas relacionados, fue reconocido y felicitado a través de la Legislatura de Puerto Rico, tanto por la Cámara de Representante y el Senado de Puerto Rico, así como por el Ejecutivo, a través de Resoluciones Legislativas y Ejecutivas por el Gobernador de Puerto Rico, para ese entonces el Honorable Pedro Roselló González.
El 14 de julio de 1990 contrae nupcias con la señora Sonia L. Vázquez Molina, Trabajadora Social de profesión. En esa nueva etapa de vida se fortalece más aún en su crecimiento personal y familiar. El 28 de agosto de 1991 nace su primogénito, con complicaciones de salud en su nacimiento, esto les enseñó por tres (3) años y veinticinco (25) días el dar amor incondicional, quien por esas complicaciones de salud falleció el 25 de septiembre de 1994. Superando ese gran dolor como familia continuó con sus grandes labores y servicios, ayudando a otros y logrando grandes éxitos para los programas para los cuales siempre trabajó.
En el año 1996, basado en los problemas antes mencionados, su récord de conducta estaba negativo y el Honorable Gobernador Pedro Roselló González otorgó su indulto, logrando tener su récord positivo como persona útil a la sociedad. De igual modo el Gobierno de Puerto Rico a través de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), certificó su habilitación en donde se informa que el Sr. Ramón L. Rodríguez Arroyo, por sus logros alcanzados, puede trabajar para el Gobierno de Puerto Rico en las disciplinas para las cuales se ha preparado.
Para el 4 de noviembre de 1997 el Sr. Ramón L. Rodríguez Arroyo crea la Fundación Unidos Por El Nuevo Siglo (UPENS, INC.) con los fines de continuar mejorando en la sociedad la calidad de vida de las familias puertorriqueñas con problemas en el uso y abuso de sustancias controladas de drogas, alcohol, tabaco y aquellos relacionados y/o enfermedades oportunistas que azotan y destruyen a nuestra sociedad.
Después de una larga trayectoria, de altas y bajas, de grandes luchas para mostrar un modelo de programación de tratamiento, logró convertir un programa de servicios de bien social, el cual convierte en una Institución o Empresa que a la vez promueve el empleo digno y honesto para nuestro pueblo puertorriqueño. Para alegría de todos y como gracia de Dios, para el día 28 de noviembre de 2001 nace su hijo Ramón Luis II Rodríguez Vázquez, para así convertirlo nuevamente en padre y seguir extendiendo su familia real.
Don Ramón, como cordialmente le conocemos, decide brindarles a otros la oportunidad que la vida le brindó a él. Este visionario ha sido Presidente y Fundador de UPENS, Inc., desde sus inicio. Ha estado en las buenas y las menos buenas y es la cabeza de la Fundación, ayudando a jóvenes y adultos adictos a rehabilitarse y convertirse en ciudadanos de provecho para la sociedad, como lo hizo él. Es un misionero útil y de provecho, vivo ejemplo de que en la vida todo se puede alcanzar, especialmente si te dan la mano y te llevan por el camino correcto para vencer los males sociales. Querer es poder, especialmente si lo haces de corazón y vocación como lo ha hecho él.
¡Que así lo siga ayudando Dios!